jueves, 4 de diciembre de 2008

ESTILOS EDUCATIVOS Y CORRESPONSABILIDAD FAMILIAR

“Tus hijos no son tuyos, son hijos de la vida ; puedes
darles tu amor , pero no tus pensamientos, puedes abrigar
sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellos viven en la
casa del mañana. Tu eres el arco del cual tus hijos son
lanzados como saetas vivas...".

( Kahil Gibran, “El profeta “ )

La familia como el primer entorno donde el niño llega al mundo , donde va a establecer unos vínculos afectivos y despertar a cuanto le rodea es el grupo social que más importancia va a tener para su desarrollo y equilibrio durante toda su vida. Además de garantizar los cuidados necesarios para la salud física, la familia debe ofrecer unas pautas educativas que favorezcan la madurez personal ; dichos criterios han de facilitar la reflexión y valoración de las situaciones en la que se debe vivir, haciendo posible a nuestros hijos/as la comprensión del mundo, de los demás, de las normas, así como del papel personal que los distintos miembros de la familia han de desempeñar. En la familia, en tanto sistema que cambia de forma continua y en el que sus miembros tienen derechos y deberes, se hace necesaria la participación activa y co-responsabilidad de cada componente de la misma ( padre, madre, hijo/a...).

FUNCIONES BÁSICAS DE LA FAMILIA.
La familia cumple numerosas funciones, de entre las cuales podemos destacar las siguientes:
1.- Satisfacción de las necesidades fundamentales del niño/a. Se satisfacen tanto necesidades físicas (alimentación), como afectivas y emocionales.
2.- La familia es fuente de información y transmisión de valores. Las conversaciones y conductas en la familia permiten al niño/a adquirir información para interpretar la realidad física y social, y asimilar las creencias de la cultura.
3.- La familia actúa como grupo de control de forma que enseña y obliga a sus miembros a comportarse de forma socialmente deseable. La familia juzga la conducta del hijo/a, la premia o la castiga. Ello permite que el hijo/a entienda que existen unos límites y normas que debe cumplir primero en relación a la familia y de adulto en relación a la sociedad.
4.- La familia ofrece a los hijos/as modelos de imitación e identificación. Estos tienen la oportunidad de conocer la forma de actuar de sus padres u otros familiares y aprender sin necesidad de tener experiencias personales directas.
5.- La familia ayuda y enseña cómo se debe actuar en las situaciones estresantes. Cuando un miembro de la familia tiene una dificultad, la familia la comparte con él , le ayuda a buscar respuestas adecuadas, comparte sus emociones, busca ayuda externa, etc. Los propios miembros de la familia están atentos a las señales que pueden indicar sufrimiento o dificultad de cualquiera de sus miembros, ayudándole a que explique el problema.
6.- La familia es el núcleo social que sirve para recuperarse de esfuerzos, tensiones problemas que hayan supuesto costos para la persona. En ella puede descansar tranquilamente la persona porque sabe que es aceptado sea cual sea la dificultad.
7.- La familia es un lugar de participación activa del niño/a. En ella participa en las decisiones que le afectan, se entrena en las relaciones grupales, es ayudado y ayuda.

LOS ESTILOS EDUCATIVOS.
Los estilos educativos se basan en las metas que los padres/madres establecen con relación a sus hijos/as y las estrategias que utilizan para lograrlas . Es decir, lo que los padres y madres desean que ocurran respecto a sus hijos/as y los medios para alcanzar esos estados deseables. Por tanto, los padres que suelen adoptar este estilo son exigentes, distantes y fríos. Se preocupan menos y no escuchan a sus hijos/as. Aplican castigos y dan órdenes rutinariamente. Estos padres valoran la obediencia y creen en la restricción de la autonomía del hijo/a. Emplean de manera muy frecuente los castigos físicos, amenazas verbales y físicas y contínuas prohibiciones.

b) Estilo Democrático:
Son padres firmes y exigentes; sin embargo, son afectuosos y comunicativos. Están dispuestos a escuchar y a explicar las razones de las reglas a sus hijos/as. A veces pueden castigar; no obstante tienden a recompensar la buena conducta de sus hijos/as. Los hijos/as educados en este estilo democrático suelen tener éxito en sus relaciones con los demás, ya que cooperan con ellos. Los padres democráticos explican a sus hijos/as las razones del establecimiento de las normas, reconocen y respetan su individualidad, negocian mediante intercambios verbales y toman decisiones conjuntamente con sus hijos, intentando fomentar con ello comportamientos positivos y disminuyendo los inadecuados.
c) Estilo permisivo o "dejar hacer":
Los padres de este estilo suelen no ser exigentes y ser afectuosos. Establecen muy pocas reglas y evitan los castigos. También desconfían de sus propias capacidades como padres. Sus hijos /as tienden a mostrarse inseguros,teniendo un autoconcepto pobre de sí mismos y una autoestima baja, por lo que estos niños/as tienden a la infelicidad y es posible que presenten bajo rendimiento. En el estilo permisivo, por tanto, se evita hacer uso del control, se realizan pocas demandas al niño/a ( se le pide o exige poco), mostrándose los padres tolerantes y aceptando positivamente los impulsos del niño/a. Propio de este estilo son los hijos/as consentidos a los que se les premia sin merecerlo y se les evita la más mínima contrariedad. En este sentido, podemos pensar acerca de lo siguiente : si educar es preparar para la vida, es erróneo premiar con regalos y no fijar normas de conducta porque los asuntos no siempre se resuelven como habíamos pensado y los tropiezos o problemas son habituales a lo largo de la vida de la persona.
Analicemos el siguiente razonamiento propio del estilo permisivo o “dejar hacer” :
A : - Mi hijo/a se lo merece todo.
B : - Dispongo de suficientes medios económicos para comprarle a mi hijo/a todo lo que pide.
C : - Luego , ¿ por qué voy a privar a mi hijo/a de lo que desea?
Si la primera frase (A) significa que se ama al hijo/a y se acepta de manera incondiccional (sin condicciones), de acuerdo. Pero si quiere decir que a pesar de repetir curso se le regala la moto que se le prometió por aprobar, entonces se comete una equivocación.
El alimento, la educación, el afecto y el cariño se ofrecen de manera incondiccional. Otros objetos como ropa de marca, juguetes o juegos electrónicos ... se pueden proporcionar de manera condiccionada al buen comportamiento del hijo/a.
En cuanto a la segunda frase (B), cuando el hijo/a es pequeño/a y pide golosinas, juguetes y otras chucherías si se le puede contentar. Sin eembargo, no negarle nada ni poner límites a su conducta es una estrategia equivocada. El día que sus peticiones sean tan exageradas e irrazonables que haya que decirle que “no”, difícilmente tolerará su fustracción porque se le ha mal acostumbrado.
Por tanto, es una equivocación educar concediendo todos los caprichos e ignorando o evitandole al hijo/a cualquier incomodidad. El niño/a mimado se vuelve más exigente, soporta menos cualquier tipo de problema y se derrumba a la menor contrariedad.
Esta pauta de otorgar todo lo que le apetece y sobreprotegerlo (hacer las cosas por él) ante las dificultades cotidianas es muy tentadora, en especial para padres separados, divorciados y para los que creen insuficiente el tiempo y la atención que les dedican.
Dentro de este estilo permisivo o sobreprotector los padres y madres piensan :
“ debo cuidar en todo momento de mi hijo/a, todavía no es capaz de hacer esto por sí solo, soy indispensable para él, siempre necesita mi ayuda, he de evitarle todo el daño que pueda y más...”.
Como resultado de este tipo de pensamientos aparecen las siguientes emociones : “nervioso cuando mi hija hace las cosas por ella misma, muy mal cuando me separo de mi hijo, culpable por no haberle evitado este o aquel peligro...”.
Y los padres y madres de este estilo actúan del siguiente modo :
“Estoy encima de él porque a mi no me cuesta, le hago las tareas que corresponden con su autocuidado y autonomía personal tales como bañarle, peinarle, atarle los cordones de la zapatilla o arreglarle todo lo relacionado con la matrícula del instituto.”
Como consecuencia a lo anterior, es normal que los hijos/as educados en este estilo permisivo muestren inseguridad y baja autoestima, ya que ellos hacen muy pocas cosas por sí solos y atribuyen a causas exteriores a él (sus padres, amigos, suerte...), tanto sus éxitos como sus fracasos.
También existe el riesgo de una ansiedad elevada (miedos excesivos, timidez, agresividad, dificultades para dormir, problemas de conducta en casa y en el colegio).
Educar para ser felices no quiere decir mimar, si no fomentar la autonomía para que el hijo/a sepa resolver cada vez con menos ayuda las nuevas situaciones que se les plantea.
Las investigaciones revelan que tanto los hijos/as de familias rígidas (autoritarias) como los de hogares permisivos (dejar hacer) son mucho más pasivos, dependientes y retraídos que los hijos de padres y madres que combinan interés y atención en el establecimiento de pautas de conducta claras y consistentes.

ALGUNAS SITUACIONES COTIDIANAS
En relación con el estilo educativo se puede presentar en nuestra vida diaria situaciones como las siguientes:
- Una de piratas...
Tras una semana cargada de trabajo, Julio llega a casa el viernes por la noche con intención de relajarse y descansar. Nada más abrir la puerta se encuentra con Gustavito que quiere que le encaje las piezas del parco pirata desmontable.
- “ Venga papí, por favor..., si es solo un ratito”, le dice Gustavito a su papa.
- “Mañana que ahora es muy tarde”, dice Julio a su hijo, y se sienta comodamente en el sofá a ver las noticias en la televisión.
Gustavito sigue insistiendo: ¡¡el barco pirata, barco pirata, barco pirata!! ¡auff!. Finalmente , Gustavito y su papa jugando a los piratas.

- Telepasión:
4:45 de la tarde. Ana Rocío está haciendo café para sentarse a las 5:00 a ver su serie favorita “Belinda, la feísima o dificil de mirar”. Mientras tanto, Antonio Alberto, su hijo juega en el salón ya que no puede salir en toda la tarde a jugar con sus amigos porque está castigado por llegar fuera del horario acordado con sus padres.
Se encontraba Ana Rocío pensando si al terminar esta serie volverían a echar aquella de tanta audiencia llamada “Lo mate porque era mío” o la que anuncia de “Pasión y Amor hasta en la Sopa”, cuando de pronto Antonio Alberto empieza a pedirle que le deje salir a jugar, que solo será una hora.
- “Mama dejame que salga , te prometo que vengo pronto”.
En ese justo instante, ya había comenzado la serie en la televisión y Ana Rocío no escuchaba lo que decian los protagonistas.
- “Bueno, anda corre y te sales un rato, pero que vuelvas pronto, eh” , le dice a su hijo.
- ¡¡Bien!!, grita Antonio Alberto.
Y Ana Rocío se dispone a ver y escuchar el final feliz de los protagonistas de “Belinda, la feísima o dificil de mirar”.

- Fiebre del sábado noche:
Sara (16 años) se dispone a salir con sus amigos/as de marcha. Habitación patas arriba. “Mamí, que me voy, que vengo a la hora que dijimos, a las 1:00 estoy aquí” dice Sara.
- “¡Eh! Un momento muchachita antes ordenas tu cuarto”, le dice la madre.
- “¡ Jó, como eres!, no me da tiempo, no ves que llego tarde y si no encuentro a mis amigos/as ¿que hago?. Nunca me dejas salir de marcha, no como los padres de mis amigas. Me tienes aquí encerrada como a una presidiaria....”.
Continua Sara con su discurso acerca de los derechos de los menores de edad.
- “Esta bien, vete ahora pero cuando vuelvas lo recoges antes de acostarte” le dice la madre. Portazo y Sara descendiendo los escalones de dos en dos.

Los hijos/as (niños y adolescentes) aprenden con rapidez a conseguir de los adultos lo que desean, por las buenas (es tan gracioso), o de otras formas mas bien negativas que siguen este esquema: Castigo-Protesta- Perdón del castigo. Por tanto, los hijos/as consiguen lo que quieren, bien un premio o actividad agradable como puede ser un juguete, golosinas, dinero, acostarse más tarde, ver televisión ó no cumplir una tarea que les resulta aburrida como puede ser hacer los deberes escolares, hacer la cama, bajar la basura, poner la mesa...

Ante esta situación podemos plantearnos lo siguiente :
Si el padre o la madre perdona el castigo y concede la petición: ¿Qué ventajas obtiene dicho padre o madre de ello? En principio, obtiene el beneficio de quedar tranquilo/a porque el hijo/a se calma, deja de molestar y termina la rabieta. Realmente, el padre y/o la madre salen perjudicados de esta situación, ya que caen en la trampa, puesto que el hijo/a cada vez pedirá más cosas, más difíciles de conceder y sus rabietas serán mayores y más intensas y violentas. Ya que al ceder el padre y/o la madre en anteriores ocasiones, el niño/a ha aprendido que la rabieta (gritos , lloros, pataleos...), es un medio o un instrumento para conseguir lo que quiere y que además funciona bien.
En consecuencia, cabe plantearse, ¿cómo podemos actuar? Veamos la siguiente situación y a continuación la secuencia o etapa a seguir para resolverla adecuadamente.

MADRE AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS.
Son las 2:10 de al mediodía. Aurora ha terminado de trabajar y recoge a su hijo David del colegio. Al no disponer de tiempo por la mañana para ir a la panadería ante de ir al trabajo, decidió que cuando fuera a recoger a su hijo del colegio se pasaría a por el pan del día.
David y su mamá entran en la panadería. El niño se queda mirando la vitrina con sus ricos pasteles recién hechos ( de nata, de chocolate, merengue...). Le pide a su madre un pastel pero Aurora piensa que no debe comprarlo porque cuando lleguen a casa van a almorzar y lo más probable es que si David come ahora el pastel, luego no le apetezca la comida que ella tiene preparada.

La secuencia o etapas a seguir para resolver la situación sería la siguiente:
Se inicia la petición del hijo/a. En el ejemplo : ¿Mamí quiero un pastel? dice David. Entonces el padre/madre escucha la demanda, la interpreta (como hace la madre en el ejemplo anterior, último parrafo) y decide si debe responderla ó no , dependiendo sobretodo de que la demanda sea o no adecuada.
 A partir de la decisión del padre/madre pueden darse dos situaciones:
- No hay conflicto porque el padre/madre decide satisfacer la petición del hijo/a.
- Se crea el conflicto porque el padre/madre decide no satisfacer dicha petición.
Así, en el caso anterior no habría conflicto si Aurora le comprara el pastel a David. Mientras que si la madre decide no satisfacer la petición si se daría el conflicto.
 Si el padre/madre decide no satisfacer la demanda o ésta no ha sido escuchada normalmente el niño o adolescente va a iniciar alguna forma de protesta.
En el caso anterior David diría lo siguiente : - “¡¡No ahora!! ,Quiero el pastel, pastel, pastel !!
En este momento es aconsejable que se vuelva a escuchar, interpretar y plantearnos de nuevo si hemos decidido bien porque en muchas ocasiones reaccionamos precipitadamente, con comodidad ó erróneamente a las peticiones de los niños/as.
Siguiendo con la situación del ejemplo pasaría lo siguiente: Entra una nueva clienta a la panadería y dice: “¿Señora, es suyo ese niño?". Los demás clientes se quedan mudos y se miran entre sí. Madre en apuros. La pataleta de David va en aumento. Aurora dice : “David he dicho que ahora no y hagas lo que hagas no vas a conseguir que te compre ahora el pastel. Te he dicho que a la tarde”. Aurora coge el pan, sale de la panadería ignorando la pregunta inoportuna de la clienta y David al ver que su madre se dispone a salir se marcha con ella.

CON ÉSTA SECUENCIA SE ENSEÑA AL HIJO :
- Que puede hacer peticiones y que éstas son escuchadas.
- Que el padre/madre hace esfuerzos por interpretarlas adecuadamente y responder a ellas
- Que puede protestar y hacer revisar la decisión.
- Que una vez que la decisión es firme es inútil recurrir a protestas muy largas y fuertes.
De esta manera iremos más encaminados a un estilo educativo democrático y crearemos hijos/as confiados en sus capacidades para relacionarse y socialmente adaptados. A medida que los niños van creciendo, en la adolescencia, a la secuencia anterior se le debe añadir razonamientos de los padres que expliquen por qué se acepta una petición y sobre todo por qué es rechazada una demanda. Éstas explicaciones favorecen que los hijos/as asuman de forma interna (interioricen) las normas dándose cuenta de que son útiles y necesarias. Además las explicaciones también son una forma de controlar las conductas injustificadas (estilo educativo autoritario, o incoherente o inconsistente) por parte de los adultos. En cambio, si como hemos visto en las anteriores situaciones, (Gustavito y su papa jugando a los piratas, Ana Rocío y su telenovela preferida y fiebre del sábado noche de Sara y su habitación desordenada), no actuamos según la secuencia que acabamos de explicar les enseñamos a los niños/as que cuanto más fuerte protesten más posibilidades tienen de conseguir lo que quieren y crearemos hijos/as desorientados que no saben cómo relacionarse con sus padres/madres porque a los hijos/as no les es posible saber como van a reaccionar sus padres ante cualquier situación o demanda.

ORIENTACIONES Y CONCLUSIONES FINALES: ASPECTOS A CONSIDERAR POR LOS PADRES Y MADRES.
Ya hemos visto los diferentes estilos educativos, de los cuales el más idóneo es el estilo democrático.
- ¿Cómo establecer la disciplina propia del estilo democrático con nuestros hijos/a?
- A diferencia del estilo autoritario se conocen las razones de las normas que se establecen, es decir, los padres y madres explican dichas razones.
- Las normas se razonan cuando se exigen; los padres las explican de manera que sean comprendidas, lo más claramente posible .
- Las razones que se dan intentan mostrar el interés de la norma para el que tenga que obedecerla y no para quien la impone. En esto se diferencia del chantaje emocional (el cual es perjudicial para el hijo/a) donde las razones se dan en función de quien pone la norma ( por ejemplo: “me haces sufrir”, “voy a dejar de quererte”...). De la manera democrática se apunta a razones objetivas y concretas de la conducta.
- Los padres están dispuestos a cambiar la norma si hay buenas razones.
- La norma puede ser debatida y discutida de manera conjunta entre los padres y los hijos.
- Padres e hijos/as deben hacer que las normas sean coherentes (lógicas y razonables) y consistentes (se apliquen de forma estable). Esto permite que sean conocidas y predecibles de manera que no estén en continúa discursión.

¿CÓMO ESTABLECER EL AFECTO DEL ESTILO DEMOCRÁTICO CON NUESTROS HIJOS/AS?
El estilo educativo no solo se refiere al tipo de disciplina sino también al afecto y el modo en que manifestamos dicho afecto a los hijos/as. En este sentido, una de las funciones más esenciales de los padres/madres es la incondiccionalidad, ya que los hijos/as necesitan sentirse aceptados y queridos sin condicciones. Un ejemplo de como expresar los padres la incondicionalidad serían los siguientes mensajes :
- “Te acepto y te quiero como eres”.
- “Tú eres único y siempre podrás contar conmigo”.
- “Si te aconsejo y exijo es porque tengo el deber de ayudarte a desarrollar tus mejores posibilidades”.
El resultado de la incondiccionalidad es: Seguridad emocional y Autoestima adecuada del hijo/a.
Ya que el hijo aprende que está protegido sin condicciones y que es digno de amor y afecto por los padres. Ser querido y estimado por los padres es la principal fuente de seguridad en sí mismo y autoestima : “Sé que valgo la pena que soy digno de ser amado y que los demás me aceptan y quieren”.
Pautas que nos ayuden a ser incondiccionales con los hijos/as :
- Aprender a mirar y escuchar a los hijos/as como forma de percibir e interpretar bien sus demandas.
- Ver o contemplar con realismo al hijo/a en lugar de proyectar sobre él las expectativas o el modelo de hijo/a que los padres desean tener. Para ello podemos observar al hijo/a y hacernos una descripción detallada de él o ella, ver que aspectos o carácteristicas positivas que tiene nos gustaría que las desarrolle más y reforzárselas.
- Demostrar la estima a los hijos/as: hablar de la conducta concreta sin generalizar, exigir adaptándonos a sus capacidades y reconocer los esfuerzos más que los resultados.
(MªBelén Pérez Rico. Orientadora IES Almadraba de Tarifa)